El Cortesano o "Il Cortegiano"



Recuperada de OMNIA Biblioteca Digital de Madrid


Buenos días, tardes o noches queridos internautas. Hoy vengo a contaros más sobre la obra culmen de Castiglione, el Cortesano o Il Cortegiano, como fue nombrado originalmente en italiano toscano. Como ya sabréis si visteis una de las anteriores entradas que versaba sobre su biografía, el Cortesano describe un ideal de noble, de perfección humana basado en la idiosincrasia renacentista: un caballero modélico, experto tanto en armas como en letras, elocuente, educado y en parte seductor, además de tener ciertas nociones musicales. 

Baldassare Castiglione fue conocido por haber formado parte de varias de las más famosas cortes del mundo, como la corte de Urbino, la corte papal con dos pontífices (León X y Adriano VI), e incluso en la del mismísimo emperador Carlos I de España y V de Alemania. De hecho a su muerte en 1529 el dirigente del Sacro Imperio señaló amargamente: "es muerto uno de los mejores caballeros del mundo". Por lo tanto, todos estos años al servicio de los grandes hombres del momento le habían empapado del ideal modélico del momento, y decidió plasmarlo en una obra durante una de sus estancias en Urbino, entre 1513 y 1518 principalmente. 

El formato del libro es curioso y en parte rompedor, puesto que no se trata como en El Príncipe de Maquiavelo de una narración, si no de un diálogo, tomando aspectos prestados de las tradiciones platónicas y de Cicerón. En una publicación aparte me gustaría centrarme más en la filosofía sobre la que se sustenta el libro y la comparativa con otras publicaciones renacentistas y barrocas referentes al ideal humano, que es al fin y al cabo el tema central del Cortegiano. En esta prefiero centrarme en una breve exposición de sus cuatro libros, señalando las cuestiones escogidas por Castiglione en cada uno. 

Consta de cuatro partes, los cuales se dividen en cuatro noches donde los personajes de la obra (una duquesa y una princesa, Pietro Bembo, Guiliano di Medici, Federico Fregoso...) discuten sobre cual es "la forma de cortesía más conveniente". El juego iniciado por Fregoso crea una base sobre la que Castiglione comenzaría de forma amena a plasmar su cosmovisión, respetando siempre la serenidad y la moderación (una de las virtudes más alabadas en su persona y en la del cortesano completo). 

Este reto ideado por Federico Fregoso se nos narra a inicios del Libro I, donde diversos nobles se reúnen con la duquesa Isabel Gonzaga y su cuñada. Tras su intervención los distintos personajes comenzarían a establecer las actitudes del cortesano perfecto, ante lo que los participantes responden contando anécdotas. Esto nos permite conocer la personalidad de estos y sus diferentes posturas. Así, añade al coloquio las divagaciones intelectuales y eruditas que debían formar parte de la norma de vida del "perfetto cortegiano". Finalmente los protagonistas deciden bailar y divertirse hasta que la duquesa se retira a dormir. 

El Libro II comienza con una advertencia de Castiglione que se puede resumir en "todo tiempo pasado no fue mejor". En ésta critica la falta de miras de algunos aristócratas chapados a la antigua que menosprecian las cortes modernas, poniendo como ejemplo la excelencia de la corte de Urbino. Siguiendo por donde lo dejaron anoche, Bernardo Bibbiena hace una disertación sobre la elocuencia que debe mostrar en todo momento el cortesano. En ese momento, optan por pasar al tema de la donna di palazzo, pero deciden dejarlo para la tercera noche.

El Libro III se abordará la condición natural de la mujer desde la óptica del siglo XVI. Entonces se enfrentan dos posturas: una de corte clásica greco-romana, que ensalza las virtudes y bondades de la mujer por parte de Julián el Magnífico; y otra más influenciada por el ideal medieval, que considera a la fémina profundamente infantil, frívola y corrupta, defendida por Gaspar Pallavicino. Por tanto Baldassare se aprovecha de este recurso para presentar una visión en aquella época novedosa, que considera al género femenino como más que una pecadora innata.

El último Libro toma un tono más realista y personal, dejándose de las fórmulas estilísticas que caracterizan el resto de la obra. Comienza realizando una observación que podría haber sido puesta en boca de cualquier historiador del siglo XXI, resaltando la impresionante relevancia de hablar sobre hechos pasados y no dejarlos en el olvido. El libro adquiere entonces un toque político, exponiendo cuestiones relativas a los criterios de obediencia que un cortesano debe seguir para con su soberano y a las distintas formas de gobierno. Finalmente la obra acaba dando voz a Pietro Bembo, el cual centra su exposición en el tema del amor


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